Como la mayoría sabéis, este año 2016 es declarado como el año de Cervantes, debido a que se conmemora el IV centenario de su muerte. Por tanto es conveniente celebrar una actividad que una esta conmemoración y las matemáticas, y el nexo de unión puede ser la novela universal «El Quijote.»
Son varios los fragmentos del Quijote donde aparecen las matemáticas que dan pie a una posible actividad, sirva a modo de ejemplo:
Lorenzo, un joven poeta, le pregunta a Alonso qué es la ciencia de la caballería y el Quijote responde así…
–Es una ciencia –replicó don Quijote– que encierra en sí todas o las más ciencias del mundo, a causa que el que la profesa ha de ser jurisperito y saber las leyes de la justicia distributiva y commutativa, […] ha de ser teólogo […]; ha de ser médico […]; […] ha de ser astrólogo, para conocer por las estrellas cuántas horas son pasadas de la noche, y en qué parte y en qué clima del mundo se halla; ha de saber las matemáticas, porque a cada paso se le ofrecerá tener necesidad dellas; […].
Por tanto Alonso y por supuesto don Miguel tenían en alta estima las matemáticas. De hecho, ya para empezar usa dos conceptos matemáticos para hablar de justicia, diciendo que debe ser «distributiva y conmutativa.»
En el artículo de Luis Balbuena (de quien aconsejo entréis en su blog, que he enlazado en su nombre) «Cervantes, Don Quijote y las Matemáticas» indica las partes del Quijote en las que aparecen citadas las matemáticas y que nos pueden dar pie a ser los textos que trabajemos con los alumnos en clase.
Capítulo XXXIII de la primera parte:
Dedicado a la novela del curioso impertinente, dice Lotario a Anselmo que tiene su ingenio como el que tienen los moros a los cuales no se les puede dar a entenderle error de su secta con las acotaciones de la Santa Escritura, ni con razones que consistan en especulación del entendimiento, ni que vayan fundadas en artículos de fe, sino que les han de traer ejemplos palpables, fáciles, inteligibles, demonstrativos, indubitables, con demostraciones matemáticas que no se pueden negar, como cuando dicen: “Si de dos partes iguales quitamos partes iguales, las que quedan también son iguales”.
Capítulo XVIII de la segunda parte:
– La de la caballería andante -respondió don Quijote-, que es tan buena como la de la poesía, y aun dos deditos más.
– No sé qué ciencia sea ésa -replicó don Lorenzo-, y hasta ahora no ha llegado a mi noticia.
– Es una ciencia -replicó don Quijote- que encierra en sí todas o las más ciencias del mundo, a causa que el que la profesa ha de ser jurisperito, y saber las leyes de la justicia distributiva y comutativa, para dar a cada uno lo que es suyo y lo que le conviene; ha de ser teólogo, para saber dar razón de la cristiana ley que profesa, clara y distintamente, adondequiera que le fuere pedido; ha de ser médico y principalmente herbolario, para conocer en mitad de los despoblados y desiertos las yerbas que tienen virtud de sanar las heridas, que no ha de andar el caballero andante a cada triquete buscando quien se las cure; ha de ser astrólogo, para conocer por las estrellas cuántas horas son pasadas de la noche, y en qué parte y en qué clima del mundo se halla; ha de saber las matemáticas, porque a cada paso se le ofrecerá tener necesidad dellas; y, dejando aparte que ha de estar adornado de todas las virtudes teologales… Desciende después a otras menudencias como saber nadar, herrar un caballo, etc.
Por cierto que, cuando señala que ha de ser astrólogo, indica que es para conocer por las estrellas cuántas horas son pasadas de la noche, y en qué parte y en qué clima del mundo se halla, que son cometidos más de un astrónomo que de los adjudicados a los astrólogos.
Capítulo XXXVIII de la segunda parte:
De título «Donde se cuenta la que dio de su mala andanza» la dueña Dolorida, habla de una matemática figura en los siguientes términos: La cola, o falda, o como llamarla quisieren, era de tres puntas, las cuales se sustentaban en las manos de tres pajes, asimesmo vestidos de luto, haciendo una vistosa y matemática figura con aquellos tres ángulos acutos que las tres puntas formaban, por lo cual cayeron todos los que la falda puntiaguda miraron que por ella se debía llamar la condesa Trifaldi, como si dijésemos la condesa de las Tres Faldas.
De estos tres textos y el primero se puede sacar una batería de preguntas que daría para una interesante actividad con niños de 6º de primaria, 1º y 2º de ESO. En el artículo, el profesor Balbuena nos propone otras partes donde aparecen medidas e incluso paradojas, que pueden dar lugar a actividades con 3º y 4º de ESO e incluso con 1º de Bachillerato, eso lo dejo a gusto del lector, yo voy a proponer una batería de preguntas para estos textos.
- Cuando Don Quijote habla de «justicia distributiva y conmutativa» ¿a qué hace referencia?
- ¿Qué es la propiedad distributiva? ¿Qué es la propiedad conmutativa?
- ¿Qué situaciones se te ocurren en las que puedas aplicar la «justicia distributiva»? ¿Y la «justicia conmutativa»?
- Explica la sentencia «si de dos partes iguales quitamos partes iguales, las que quedan también son iguales.» Pon un ejemplo.
- ¿En qué situaciones puede necesitar un caballero andante las matemáticas? (Ejemplos: pagar una comida, resolver disputas hereditarias, repartir un botín…)
- ¿Qué «matemática figura» describe en el último texto? ¿Deben ser sus ángulos siempre agudos?
Con estos textos se pueden trabajar muchas más preguntas, pero sirva esta batería de ejemplo.
Por si alguien quiere más actividades dejo como webgrafía el libro de don Luis Balbuena y Juan Emilio García «El Quijote y las matemáticas» con bastantes actividades y animo a todos a realizar este tipo de actividades que conjugan las competencias lingüísticas y matemáticas.
Webgrafía:
http://servicios.educarm.es/templates/portal/ficheros/websDinamicas/124/cuadernillo.pdf